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La crisis económica ha hecho estragos en la economía mundial.
Se entiende por asesor financiero independiente una nueva tendencia laboral según la cual se trata de trabajar junto a una persona experta tanto en economía, seguros y finanzas como en aspectos jurídicos y fiscales.
Como medio de lograr un empleo, puede pensarse que la mejor opción es crear un negocio propio, pero es complicado y se precisa localizar información mediante materiales didácticos adecuados.
Asimismo, es de gran importancia encontrar a la persona adecuada que gestione sus ingresos de la mejor forma posible.
Surge, por tanto, una alternativa: el asesor financiero independiente.
Aquel profesional capaz de sacar rentabilidad al proyecto que se pretende convertir en una realidad.
O destinado a todas aquellas personas ajenas a las finanzas que necesitan ayuda gestora.
Te contamos qué es un asesor financiero y como puede ser tu alternativa laboral.#AsesorFinanciero Clic para tuitearEl objetivo de este artículo se dividiría en varios cuya estructura sería la siguiente:
1. Introducción económica.
Se pretende llegar a informar a todo tipo de público. Personas que necesitan gestionar sus ingresos en actividades cotidianas, personas emprendedoras que pretender levantar un nuevo proyecto e inversores financieros y empresarios ya consolidados.
Porque, aunque estos últimos puedan poseer ciertas dotes de economía, siempre es más adecuado consultar a otra persona, como el médico enfermo que acude a otro profesional de la medicina, en vez de autodiagnosticarse.
Varias perspectivas distintas enriquecen la percepción alrededor de uno mismo.
2. Personas ajenas a las finanzas.
Tratará de acercar este ámbito a aquellas personas interesadas, pero alejadas de él.
3. Emprendedores.
Se pretende llegar a ese sector de la población que proyecta iniciar un negocio y demostrar la utilidad de un asesor financiero que lo guíe, de forma que llegue a buen término.
4. Empresarios e inversores.
Aunque una empresa esté consolidada o se sepa cómo invertir adecuadamente, se vuelve a recordar que siempre es más enriquecedora la perspectiva de otro experto, de otra persona que sepa de esta área y ahorraría algo más valioso que el dinero: el tiempo.
De esta manera, uno podrá dedicar su vida a disfrutarla.
5. Personas que han pensado en formarse como asesores financieros.
1. Introducción económica
La crisis económica mundial provocó una especie de “efecto dominó” en la economía de cada país, lo que tuvo como consecuencia el aumento del desempleo en España. La Marketing Financial Instruments Directive entró en vigor en 2008 para paliar esta situación.
Ya que se responsabilizó a las entidades bancarias de esta caída, surgió la Empresa de Asesoramiento Financiero (EAFI). Sin embargo, su independencia no ha sido llevado a cabo de forma tan notable.
La nueva normativa europea, Marketing Financial Instruments Directive II, estará vigente desde 2018 y será destinada a mejorar la economía, una vez se lleven a cabo los ajustes adecuados, según el ordenamiento jurídico de cada país.
Incentivado por la idea anterior, surge la imagen del asesor financiero independiente, bastante extendida en los países anglosajones, como medio de asesoramiento personalizado.
2. Personas ajenas a las finanzas
Podrían llamarse principiantes, en lo que a esta área respecta, pero es importante estar informado. Hay webs en las que se puede encontrar aquello que se necesita o foros en los que compartir sus inquietudes y dudas junto a otras personas.
Pero los asesores financieros independientes no solo gestionan negocios incipientes o en desarrollo. Asimismo, son capaces de atender las necesidades cotidianas, como consejos sobre hipotecas, seguros de vida, pensiones o cuentas de ahorros, de forma que se saca la máxima rentabilidad a los ingresos. No necesita ser un empresario.
3. Emprendedores
Por otra parte, probablemente, uno ha pensado en crear un nuevo proyecto que le integre de nuevo en el mundo laboral. Es el momento de expandir la mente y crear ideas en auge en nuestra sociedad.
Una persona emprendedora es aquella que posee la capacidad de crear una idea y transformarla en realidad. No obstante, hay varias cuestiones al respecto, como si es algo innato o se puede aprender.
Naturalmente, es vital el asesoramiento de un experto en este tipo de cuestiones, un asesor financiero independiente. De esta forma, su trato será personalizado y no masificado, como sucede en la mayoría de las entidades bancarias, en las cuales, de no poseer una cantidad de dinero más que considerable o un negocio ya establecido, la atención es escasa.
No hay tiempo de atender al sueño de una persona que va acompañada, únicamente, de un informe de proyecto de viabilidad.
4. Empresarios e inversores
Gran cantidad de empresarios presenta dificultades en sus negocios y precisa una persona objetiva que les guíe de forma personalizada y esté dispuesta a desplazarse a su ubicación y prefiere un asesor financiero independiente, en vez de una entidad bancaria. Además, gestionar sus finanzas e inversiones resulta más cómodo. Cuanto mayores sean la formación y experiencia del asesor financiero, mayor garantía de éxito.
5. Personas que han pensado en formarse como asesor financiero
Lo primero que han de saber son las funciones específicas que lleva a cabo un asesor financiero independiente.
En primer lugar, un asesor financiero trata de forma personalizada al cliente.
Además, la ley le obliga a mantener un archivo individualizado, según el cliente.
Puede viajar a domicilio e, incluso, poseer uno o varios ayudantes que agilicen sus gestiones en pro de la mejora de la calidad de la atención al cliente. Han de llevar a cabo un informe en el que aparezcan reflejados los motivos por los cuales toman una decisión u otra, según el asunto tratado, así como los riesgos financieros que podrían derivarse de él.
Esto se llama transparencia y confiere garantías de un asesoramiento verdadero y no fraudulento. Un profesional de este tipo lleva esta clase de documentación accesible al cliente.
Como ya ha sido mencionado, esta profesión no solo trata de asesorar a particulares, ayudar a personas emprendedoras a llevar a cabo sus proyectos (de forma que la sociedad avance) o asesorar a empresarios e inversores.
Mediante esta profesión, se pueden crear nuevos puestos de trabajo destinados a miles de titulados de todas las edades que necesitan una oportunidad de demostrar su talento y lograr un empleo.
Si uno quisiera estar en ese caso y formarse como asesor, hay una gran cantidad de estudios que pueden interesarle.
Podría llevar a cabo estudios superiores de grado, como Economía, Administración de Empresas, Finanzas o Ingeniería en Organización Industrial, entre otros relacionados con este ámbito.
Además, existen cursos de formación. Sin engaños: muchos de estos estudios no son gratis, pero, cuando se quiere lograr algo, se ha de invertir. Si esa es la elección de uno y le atrae este tipo de empleo, vale la pena que invierta en él.
Podría recoger los beneficios que pretende en el futuro. Además, hay ayudas y becas, de forma que se pueden llevar a cabo dichos estudios. Respecto a los grados, existen becas destinadas al extranjero. Una oportunidad única de ser un profesional internacional.
Como divisa que se ha ido utilizando desde el principio, se seguirá la honestidad. Siendo sinceros, no todas las personas poseen el perfil adecuado para este puesto.
No habría ética en informar a un neurocirujano de su trabajo sin advertirle de que su pulso ha de ser perfecto. Esta aptitud es evidente, aunque otras muchas no lo son.
Al igual que en el modelo anterior, todas las profesiones se aprenden, pero se logran los mejores resultados cuando ya se poseen dichas aptitudes de forma innata. Porque cada persona posee una serie de aptitudes innatas antes de formarse.
Cada cual presenta un potencial, un perfil concreto destinado a ser desarrollado según un estudio o una profesión determinados.
Pero, de interesarse y no poseer algunas de las competencias siguientes, nadie ha de preocuparse, ya que, incluso, pueden aprenderse y desarrollarse solo empleando más tiempo, esfuerzo y preparación, tal y como requieren todas las disciplinas.
De esta forma, hay una serie de competencias importantes en un asesor financiero.
No, necesariamente, en el orden en el que se mencionan.
Poseer una mente analítica y estratégica, ser metódico y preciso, ser hábil en las Nuevas Tecnologías de la Información y Telecomunicación, permiso de conducir, capacidad de colaboración, confianza en sí mismo, sensibilidad, desarrollo de habilidades interpersonales, dotes comunicativas, capacidad de investigación y capacidad de asesoramiento.
Se va a proceder a explicar brevemente el porqué de su importancia cuando uno quiere formarse como asesor financiero independiente.
Mente analítica y estratégica.
Un asesor ha de ser capaz de analizar el proyecto del cliente o sus estudios de ahorros o inversión y decidir qué estrategia es la más adecuada.
Naturalmente, en grados como Dirección y Administración de Empresas o Ingeniería Industrial se enseña este tipo de métodos.
No obstante, es importante que ya se encuentren en estado latente y solo se necesite la formación necesaria, de forma que salgan al exterior.
Probablemente, uno se preguntará si posee esa cualidad a priori. Si es capaz de observar su entorno, analizar las distintas oportunidades que le ofrece y saber escoger la más adecuada, la posee.
Desarrollo de la parte lógico-matemática.
Esta profesión requiere la utilización de una gran cantidad de operaciones aritméticas, por lo que es conveniente que esa parte se haya desarrollado en sus estudios de primaria, antes de pasar a estudios medios o superiores.
Hábil en las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación.
El mundo actual está caracterizado por un gran avance científico y tecnológico. Los ordenadores son el futuro, ya que almacenan, gestionan y transmiten la información actual. Por tanto, es imprescindible ser hábil en informática.
Permiso de conducir.
El trato es personalizado, por lo que habrá de desplazarse a la ubicación del cliente y donde se vayan a llevar a cabo las gestiones pertinentes. Un carnet de conducir y medio de transporte propio no son imprescindibles, pero ayudan.
Capacidad de colaboración.
Un asesor trabaja estrechamente junto al cliente, por lo que ha de saber escuchar sus ideas. Aunque sean básicas, por ser ajeno a este área, pueden ser productivas. Un auténtico profesional puede convertir la idea de un cliente en una gran oportunidad de futuro. Además, es importante saber trabajar en equipo, si, de prosperar, necesita desarrollar su tarea junto o uno o varios ayudantes.
Confianza en sí mismo.
Una persona insegura se sentiría presionada ante la perspectiva de tomar decisiones difíciles. Se ha de poseer confianza en uno mismo y la tarea que está desempeñando.
Sensibilidad.
Se trata de asesorar a personas, saber cuál es su situación y escoger lo que más les convendría. Es necesario poseer la empatía necesaria que hace saber lo que sienten y piensan aquellas personas que confían en una persona y pensando y sentir como si se estuviese en sus propias situaciones.
Desarrollo de habilidades interpersonales.
Obviamente, este punto está relacionado con el anterior. No solo es preciso saber la situación de la persona, sino que también es vital la interacción social adecuada entre ambos. Lo que lleva a la siguiente competencia.
Dotes comunicativas.
La locuacidad es de gran importancia. Un asesor ha de informarse e informar al cliente sabiendo utilizar varios registros. Dependiendo del interlocutor, utilizará un lenguaje más técnico o sencillo; pero, en ambos casos, la fluidez comunicativa es imprescindible.
Capacidades como investigador.
Hay que “estar a la última”, en cuanto a las fluctuaciones del mercado se refiere, por lo que se necesita una labor de investigación.
Capacidad de asesoramiento.
La más importante de todas. Es posible hallar la estrategia perfecta y no hacer que el cliente la vea. Ha de saber guiarle, de forma que emprenda el camino junto a él.
Conclusión
Como se ha podido apreciar, la crisis económica mundial ha hecho necesario crear métodos y normativas que la solventen. Es preciso estar informado sobre el medio socioeconómico actual y sacar rentabilidad a los ingresos o encontrar un empleo.
Se puede crear uno propio o mantener el ya existente, pero, en todos los casos, se precisa la opinión de un profesional en este ámbito: un asesor financiero es importante y genera más empleo, por lo que es interesante saber cómo llegar a serlo.
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